Fuiste María, gran educadora,
amiga y compañera, muy leal,
tu cuerpo a la ciencia donaste al final,
desprendida, honesta, luchadora.
Haberte conocido fue una suerte,
tu buen hacer pude saborear,
generosa y siempre dispuesta a dar,
gran persona, sublime y coherente.
En Carril al peregrino mencionaste,
estabas realmente complacida,
el discurrir... el llegar a la meta...
Tu poesía y quehaceres dejaste,
era el fin del camino, de la vida,
al Señor comparecías dispuesta.
La alegría y el amor difundiste,
amabas las flores, la luz, a Galicia,
los amigos, el calor y la risa
en tus escritos nos lo transmitiste.
Hasta pronto, sigue haciendo sonetos,
¿quién me lo iba a decir, María?
que el siguiente a ti dedicaría,
estos fueron tus últimos consejos.
Nos proporcionaste bellos momentos,
eternamente endeudados contigo,
confiamos que en Gloria estés, amiga.
Compartiendo nuestras "verbas" y eventos,
entregada por siempre a los amigos
y disfrutando mucho de este día.
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